domingo, 15 de mayo de 2011

 Con el desarrollo de proyectos didácticos, los alumnos ¿Pueden aprender los aspectos del lenguaje que necesitan y necesitarán tanto en la escuela como en su vida social?


Sí, porque todo ente tiene la capacidad de hacer inferencias de lo que aprende día a día, con el solo fin de activar sus pensamientos de crecer, en lo que él quiere aprender, claro con una consistencia de contenidos de acuerdo al grado académico que cursa. Para ello, requiere de una habilidad compartida, en equipos de trabajo bien determinados mediante alguna dinámica que fortalezca la motivación de liberar sus conocimientos previos, de discutir y tomar acuerdos sobre la elección, el respeto a la opinión, la argumentación, entre otros. Y dar la oportunidad a los niños de descubrir en qué textos puede buscar respuestas cuando algún término es complicado.  Acompañar de este modo la lectura de los niños, da lugar a descubrir que las dudas se pueden aclarar más adelante en el mismo texto, que la información de textos aporta datos importantes, que algunos aspectos se comprenden y otros quedan en suspenso.
Propiciar una reflexión en los alumnos acerca de qué otras cosas puede aprender sobre el lenguaje, al trabajar el texto. Propiciar que identifiquen los  posibles aprendizajes: a buscar información en los textos, a analizar información, a definir palabras por medio del contexto, etc. El proceso mismo de la escritura de un texto (la planeación, realización y evaluación de lo escrito).  La coherencia y cohesión en la forma en que se aborda el tema central del texto.  La organización del texto a través de la puntuación, la selección de las diferentes oraciones, frases y palabras y elaboración de párrafos.  Secciones ordenadas de texto, paginación, ilustración, uso de recuadros y otros recursos.  Los aspectos formales del texto: el acomodo del contenido en la página, el empleo de recursos tipográficos e ilustraciones, la ortografía, etcétera
La condición para lograr estos aprendizajes, implica tomar decisiones, afrontar problemas, evaluar y corregir. Por estas razones, desde el inicio de la escolarización estas actividades y reflexiones, que conforman el proceso de escritura, deben presentarse regular y frecuentemente de la siguiente manera: Planear los textos antes de comenzar a escribirlos. Establecer para qué se escribe, a quién se dirige, qué se quiere decir y qué forma tendrá (su organización). La lectura y el análisis de textos semejantes al que quiere lograrse es una fuente importante de información para planear un texto y tomar decisiones.  Releer el texto producido para verificar que cumpla con los propósitos establecidos y que tenga suficiente claridad. Para esta actividad puede ser necesario repetir este paso varias veces; los alumnos se pueden apoyar en algún compañero para que valore con mayor objetividad el borrador escrito.  Corregir el texto atendiendo los diferentes niveles textuales: el nivel del significado ¿cumple con lo que quiere decirse?, ¿es claro?, ¿la secuencia de ideas es la adecuada?, ¿es coherente?, el nivel de las oraciones y las palabras empleadas ¿las oraciones están completas?, ¿la relación entre las oraciones es lógica? y el nivel de la ortografía, el formato, la caligrafía o legibilidad de la tipografía empleada, etcétera.  Compartir el texto con el o los destinatarios y comprobar, en la medida de lo posible, si tuvo el efecto deseado. Hablar de uno mismo, de sus ideas o impresiones es una necesidad vital que los niños pueden realizar de manera espontánea en ciertas circunstancias; en las diferentes situaciones interactivas los participantes colaboran para construir significados. Las personas pueden criticar, cuestionar, estar de acuerdo, pedir aclaraciones, finalizar frases que el otro ha iniciado. Dentro de la escuela es importante, además de fomentar la participación espontánea de los niños, promover que logren mejores maneras de comunicación, las cuales les faciliten satisfacer necesidades diversas y participar dentro de la vida escolar y comunitaria. En la mayoría de las situaciones podemos encontrar grandes diferencias entre lengua oral y escrita. La más evidente es que la lengua oral va acompañada de gestos, movimientos, cambios e inflexiones de voz. Además, en la lengua oral dependemos generalmente más del contexto en el que se encuentran los hablantes. Al hablar con frecuencia repetimos algo de maneras distintas para señalar cosas o personas, o para tratar de asegurar que quien escucha haya comprendido lo que queremos decir. Es común también que en la lengua oral los hablantes dejen frases sin completar e introduzcan frases exclamativas breves (“¡qué padre!”, por ejemplo). La naturaleza momentánea de la lengua oral tiene efectos sobre la manera en que hablamos, mientras que la lengua escrita, al ser permanente, requiere de otro tipo de organización.
De manera semejante a la lengua escrita, los grados de formalidad de la lengua oral varían. Es decir, existen situaciones en que es imprescindible mantener un tono formal (en una entrevista de trabajo, por ejemplo) o, por el contrario, un tono informal (en una reunión de amigos). A diferencia de la lengua escrita, frecuentemente ocurren situaciones en las que hay cambios bruscos de tono (por ejemplo, cuando un grupo de niños o adolescentes está conversando y entra una madre o un maestro. Muchas veces, los niños han estado expuestos solamente a situaciones sociales cercanas a su familia, donde los roles están ya establecidos. Es importante que la escuela ofrezca oportunidad para extender la experiencia y la competencia de los niños en situaciones comunicativas con diferentes grados y tipos de formalidad.
Un propósito de este proyecto es lograr que los niños aprendan a trabajar de manera individual y grupal. Lograr la colaboración siempre implica competencias orales. Por ejemplo, explorar ideas para ordenarlas, discutir para llegar a acuerdos, tomar decisiones apropiadas o resolver problemas. A su vez, estas tareas implican hablar de manera ordenada, tomando turnos, escuchar a los otros para poder retomar sus ideas en la argumentación, exponer de manera clara las propias ideas, etcétera.
 El cumulo de aspectos del lenguaje que anteriormente se menciona, cumplen como una necesidad misma del ser humano en la escuela y por supuesto un dato que construye su vida ante la sociedad en evolución.
  “La cultura genera valores de humanidad, si transforma los elementos del lenguaje” (Profr. Próspero Román Mora)

CON EL DESARROLLO DE LOS PROYECTOS DIDACTICOS LOS ALUMNOS PUEDEN APRENDER LOS ASPECTOS DE LENGUAJE QUE NECESITAN TANTO EN LA ESCUELA COMO PARA SU VIDA SOCIAL, MEDIANTE EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS, CONOCIMIENTOS, HABILIDADES, INCLUYENDO ACTITUDES Y VALORES PARA QUE PUEDAN ENFRENTAR SITUACIONES QUE ATAÑEN CON SU PERSONA Y EN LA SOCIEDAD EN QUE VIVEN.

PARA QUE ESTO SE DESARROLLE DEBEN LLEVARSE A CABO ACCIONES, OBJETIVOS ESPECIFICOS DE APRENDIZAJE,  EL TRABAJO SEA COLABORATIVO DONDE PARTICIPE ESCUELA, FAMILIA Y LA COMUNIDAD. PARA QUE ESTOS APRENDIZAJES SE LOGREN, FALTA RECONOCER Y APROVECHAR LOS APRENDIZAJES DE LOS NIÑOS, EL DESARROLLO DE INTERRELACION SOCIAL MEDIANTE LA PARTICIPACION DE ACTOS DE LECTURA Y ESCRITURA.
ASI MISMO FALTA QUE HAYA UNA COMPRENSION DE LA LECTURA PARA PODER INTERACTUAR CON LOS TEXTOS.
ES IMPORTANTE QUE LA ESCUELA OFRESCA OPORTUNIDAD A EXTENDER LA EXPERIENCIA Y LA COMPETENCIA DE LOS NIÑOS EN SITUACIONES COMUNICATIVAS Y QUE APRENDAN A TRABAJAR DE MANERA INDIVIDUAL, GRUPAL DESARROLLANDO ASPECTOS COGNITIVOS Y EMOCIONALES.
(Profra. Elena Moctezuma Daniel)


sábado, 14 de mayo de 2011

DESARROLLO DE UN PROYECTO DIDÁCTICO: QUÉ SE APRENDE AL INTERACTUAR CON EL LENGUAJE


En esta sesión se reflexiona sobre una de las principales preocupaciones de los docentes: qué aprenden los alumnos cuando interactúan con el lenguaje. Contrario a lo que ocurría con la enseñanza tradicional cuando se tenía la certeza de poder “transmitir” a los alumnos ciertos contenidos específicos (en muchos casos conceptos, reglas, listas, etc.); en el uso del lenguaje que propone este nuevo enfoque, es difícil controlar lo que “entra” en la mente de los niños.

Considerando que la tarea de leer,  para los niños,  implica ponerse de acuerdo en la elección de un libro y  requiere de una discusión del equipo ya que  deberán sustentar la elección de su libro,  al realizar  dicha  actividad indicada en el programa los aprendizajes esperados serán: el interactuar con un texto, comprenderlo y utilizarlo con fines específicos.    Por tanto el docente para asegurar dichos aprendizajes tendrá que poner en práctica proyectos didácticos que den lugar a la aplicación coordinada y congruente de las estrategias didácticas para que los niños   se apropien de las  prácticas sociales del lenguaje y en este tenor se entienda el verdadero sentido de la asignatura de  Español.

Tarea del docente al poner en práctica la lectura, con los estudiantes:

·         Acompañarlos en la lectura y orientarlos en la localización de información sobre el mismo texto.
·         Contextualizar los hechos narrados al acercarlos con otros textos de la misma temática y crear interrogantes que les permitan expresar sus ideas.
·         Favorecer  espacios  que  den al niño la oportunidad de  consultar  para  encontrar las respuestas que les facilitarán la comprensión de la lectura
·         Proponer que realicen la  lectura individual o por parejas, para encontrar similitudes en  los hechos narrados y comentarlos entre sí.


Entre otras actividades estará prioritariamente el orientarlo en  que lea lo que otros escriben; pero, sin lugar a dudas,  con la intención de que escriba para que otros lean lo que él es capaz de producir al  manifestar sus emociones,  experiencias, sentimientos o puntos de vista; recapitular sus sueños y metas,  con la finalidad de coordinar los propósitos didácticos y los propósitos  comunicativos conforme el Programa de Español.

En suma prepararlo para interactuar con su entorno social al desarrollar las  habilidades básicas de comunicación: leer, escribir, hablar, escuchar; hacer de ellos personas reflexivas y analíticas mediante el ser y hacer; crear espacios de trabajo colaborativo para reafirmar lo que saben y apropiarse de lo que otros aportan mediante la lectura y escritura; así como la revisión de los textos en el antes y después de una publicación y verificar sus avances.

Las ventajas de planificar en colectivo

  Una de las ventajas de trabajar con proyectos didácticos es que se implica el trabajo colaborativo. Esto es en el sentido de que los productos a elaborar se plantean como una meta colectiva, ya sea de todo el grupo o de equipos de trabajo. El desarrollo de un proyecto permite que los distintos miembros de un grupo tengan actividades diferenciadas. Un beneficio adicional de esta forma de organizar el trabajo es que permite que los participantes aprendan unos de otros. Los alumnos se sienten tomados en cuenta.  Un proyecto puede partir de los intereses y las necesidades de los alumnos y en la medida en que sus opiniones y sugerencias sean tomadas en cuenta tanto para el diseño como para el desarrollo de los proyectos, los alumnos se sentirán identificados con las acciones del mismo; su compromiso con el proceso de elaboración del producto será mayor, ya que harán suyo el proyecto y participarán con mayor entusiasmo.
  Se logra mayor interés de los alumnos.  En el sentido de que lo que se va a producir dentro de un proyecto tiene aplicación real y práctica, los estudiantes se interesan más por participar. ¿A quién no le entusiasmará la idea de producir un folleto que se distribuirá por toda la escuela o en la comunidad, y que será visto por compañeros, amigos o padres de familia? Especialmente los alumnos pequeños se sentirán muy satisfechos de que lo que producen sea visto o utilizado por otros y más cuando el producto y los autores reciban el reconocimiento por el trabajo. En este sentido, un proyecto didáctico es la realización de una serie de actividades, previamente planificadas por el docente y que implican la realización de un producto para el logro de un propósito comunicativo.
 Trabajar haciendo algo y que ese algo tenga sentido, observar que lo que se sabe o se aprende se aplica de inmediato a la vida práctica, hace que los alumnos le encuentren sentido a aprender o a compartir lo que se sabe. Esto es lo que conocemos como aprendizaje significativo. El trabajo con proyectos didácticos hace efectivo que lo que se aprende en la escuela encuentre su aplicación directa
  en la vida.
  Se propicia el trabajo entre pares.  Como se dijo, al presentar a un grupo o un equipo una meta común a alcanzar en el desarrollo de un proyecto, los alumnos que participan se ven “obligados” a compartir con otros las tareas, a compartir lo que saben, a preguntar al otro, a resolver dudas comunes, a intercambiar puntos de vista; en suma, se favorece el sentido de responsabilidad.
  Se vincula la escuela con la comunidad. Muchos de los productos elaborados en la escuela encontrarán sus usuarios o destinatarios “naturales” en los padres de familia, o en la comunidad en general. Los folletos, periódicos, obras de teatro u otros materiales elaborados por los alumnos pueden ser presentados, mostrados o realmente utilizados por personas que están fuera de la escuela. De este modo, los alumnos pueden sentirse satisfechos de lo realizado y la comunidad saldrá beneficiada con el trabajo por proyectos.
  Por lo tanto concluyo con este mensaje. “La unidad de trabajo colectivo, planifica acciones de todo los participantes en un proyecto”. Lo que hace cada uno se comparte, se pule, se proyecta y suele prolongar una vida con futuro de buenos resultados y con alegría, ventaja, tiene un impacto de primer nivel en el campo profesional de la docencia. Aunado a esto se agrega elementos de responsabilidad, confianza, respeto, valor a cada uno, disciplina, experiencia, actitud de hacer bien las cosas, tolerancia, liderazgo, entusiasmo… Todos estos factores se convierten en ventajas para una planificación colectiva en todos los ámbitos de procesos productivos
  Siempre la unidad hace la fuerza, si todos cooperan, participan, comparten con el alma de sobresalir y hacer un buen trabajo en el proceso de enseñanza aprendizaje en un proyecto. La vida cambia, fortalece, revive una actitud de equipo, de progresar con un espíritu de triunfo.
“Compartir saberes, enriquece el alma y el colectivo se siente con apoyo de dar lo que tiene” (PROFR. PROSPERO ROMAN MORA)


PLANIFICAR ES QUE LOS MAESTROS APRENDAN PRINCIPALMENTE EN SU PRACTICA DIARIA, POR QUE TIENEN LA CAPACIDAD DE IR AJUSTANDO SU ENSEÑANZA A LAS EXIGENCIAS DE LA CLASE PARA COMPARAR SU PRACTICA DIARIA, Y SE GENERA EN LA INTERACCION CON LOS MAESTROS.
ASI MISMO PERMITEN PLANEAR LOS RECURSOS MATERIALES A EMPLEAR A LA DINAMICA DE PARTICIPACION DE LOS ALUMNOS. EN ESTA MODALIDAD DE TRABAJO SUPONE LA COLABORACION DE TODOS LOS INTEGRANTES DEL AULA CON UN PANORAMA DE APORTAR SUS IDEAS DE DESARROLLO EN EL PROYECTO.
PARA PLANIFICAR UN PROYECTO DIDACTICO  DEBE TENER PRESENTE UN CONGLOMERADO DE ASPECTO PERO FUNDAMENTAL, ES EL PROPOSITO COMUNICATIVO Y LOS APRENDIZAJES QUE SE ESPERAN ALCANZAR  AL LLEVARLO A CABO CON RESPECTO A COMUNICAR A LO APRENDIDO.
TENER PRESENTE QUE EN ESTE TRABAJO ES IMPRESCINDIBLE IDENTIFICAR EL OBJETIVO QUE GUIE LAS ACTIVIDADES QUE LLEVEN A CABO, LO QUE SE BUSCA ES QUE EL ALUMNO “APRENDA A HACER” A TRAVES DE UNA SECUENCIA DE ACCIONES ENCAMINADAS A FAVORECER EL DESARROLLO DE COMPETENCIAS COMUNICATIVAS.
LA FINALIDAD DE LA PLANIFICACION DE LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE RESULTEN RELEVANTES PARA LOS ALUMNOS SE REQUIERE QUE LOS DOCENTES PROMUEVAN DIVERSAS FORMAS DE INTERACCION DENTRO Y FUERA DEL AULA.
TRABAJAR EN FORMA COLABORATIVA CREA REDES ACADEMICAS EN LA DOCENCIA PARA EL DESARROLLO DEL PROYECTO. (PROFRA. ELENA MOCTEZUMA DANIEL)

Planificación de un trabajo didáctico: una labor colectiva

Con la finalidad  de que los docentes podamos fortalecer nuestros  conocimientos acerca de la planificación de proyectos didácticos, en esta sesión se expone un trabajo  colectivo, con la idea de que entre todos los participantes del curso se generen sugerencias que permitan darle forma a las actividades planteadas en los programas de estudio.
                           
Sabiendo de antemano que las  prácticas del lenguaje oral y escrito, no se deben programar de manera aislada puesto que a nada productivo conducirían, quiere decir entonces que debemos propiciar el intercambio de experiencias, comparación de resultados en la aplicación de estrategias didácticas y socialización de aprendizajes para que se genere la interacción entre docentes.

De igual forma debemos compaginar los proyectos didácticos y las actividades permanentes, dado que en cierto momento se suman a estas últimas las actividades para reflexionar en el sistema de la escritura y sus propias características.

Las actividades de los proyectos didácticos  implican un desarrollo a largo plazo; es decir, se pueden dosificar por  bimestre o anualmente.

Entendiendo que los docentes son autónomos para determinan el orden en que  abordan los proyectos e individualizan la planeación a seguir en cada bloque, tomando en cuenta  los aprendizajes esperados y los temas de reflexión, así  como las peculiaridades de los alumnos y su grupo.

 Todos los proyectos didácticos deben tener presente tanto el propósito comunicativo como los aprendizajes que esperan alcanzar. De ahí que  el docente y los alumnos deben orientar la práctica conforme a objetivos comunes: y,  la secuencia de acciones estarán encaminadas a favorecer el desarrollo de las competencias comunicativas y los aprendizajes básicos que se pretende alcance a desarrollar el alumno al término  del proyecto; según  participe en la práctica social de lenguaje  podrá de manifiesto sus aprendizajes para que en  situaciones cotidianas semejantes pueda eficientar su intervención  con su entorno social.